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Reseña del libro: “Amigo imaginario” – Stephen Chbosky

El guionista, productor y director de cine estadounidense Stephen Chbosky siempre tuvo en su carrera gran influencia de escritores como J.D. Salinger o Scott Fitzgerald, y en 1994 decidió seguir los pasos de aquellos a quien admiraba escribiendo su primera novela, la cual salió al mercado en 1999 y se convirtió en todo un fenómeno editorial, que se hizo más grande con la llegada al cine de la película homónima, protagonizada por Emma Watson. Por supuesto, estamos hablando de Las ventajas de ser invisible.
20 años han pasado desde ese momento. Casi una década llevaba dando vueltas en la cabeza de Chbosky una historia completamente diferente a la que lo lanzó a la fama mundial. Miles de días de susurros en su oído y de voces rondando por su estudio. Pero la espera terminó con la llegada de Amigo imaginario (Imaginary friend).


Antes que nada, este libro está recomendado para mayores de 15 años.
Christopher es el protagonista de esta novela de terror y suspenso psicológico con toques paranormales. En sus siete años de existencia ha tenido que ver a su madre huir de las garras de relaciones abusivas más de una vez, incluyendo la que ocasionó su llegada a Mill Grove, Pensilvania. Desde su arribo a este lugar, Christopher empieza a percibir algo raro, algo que está a su lado constantemente, algo que solo él ve, algo que es un alguien y que tiene una misión para él.
Todo va desarrollándose con las vivencias de diferentes personajes, de una madre que traslada sus malas experiencias de vida a su hijo, de una profesora cuyo esposo ya no le presta atención, de un anciano que no puede cerrar los ojos con total tranquilidad, de una joven con las expectativas de su familia a cuestas, de una niña que cierra la puerta de su habitación con llave, de un alguacil que busca redención o de un niño que sabe que tiene una tarea trascendental para el futuro de muchos. La ejecución de esto es correcta y muy cuidada. Chbosky no se dejó nada a la hora de construir a sus personajes, de enseñarnos lo que los atormenta, de analizar sus mentes y hacer del suspenso psicológico uno de los puntos fuertes de su narración. Si ustedes son de los que quieren que todo pase de sopetón, este no es un libro que les recomiende.

¿Terror, gore y tensión? Sí, en las 792 páginas que tiene este libro (sí, 792, pero de la extensión hablaremos más adelante) encontrarán terror, gore y tensión. El autor nos entrega parajes llenos de acción, persecuciones, pensamientos intrusivos, voces espeluznantes, bocas selladas, sangre a borbotones, pesadillas horripilantes y mucho más. Se nota tremendamente el espíritu cinematográfico del escritor pues la trama misma parece estar diseñada para ser llevada a la pantalla gigante y ojalá así ocurra, ya que siento que muchos momentos de lo literario podrían ser más efectivos y poderosos en lo audiovisual. En serio, no veo la hora de ver en cine el bosque de la calle Mission, la sangre bañando el césped, a Christopher subiendo las escaleras que terminan en su casa del árbol mientras la mujer siseante le habla al oído, el mundo imaginario… DIOS.792 páginas. 792 páginas. 792 páginas. Este factor puede ser intimidante y determinante para muchos lectores, e incluso para mí lo fue con este libro, pero una vez supe lo que ocurrió hace 50 años y conocí lo que pasó a inicios de la segunda década de los 2000, los capítulos se pasaron volando. Quizá pudieron simplificarse algunas cosas, pero siento que la extensión del texto no está mal. Disfruté sobremanera las primeras 500 páginas del libro (incluso tuve pesadillas con él), y el resto un poco menos.

Aunque Amigo Imaginario es una historia de terror, tiene mucho del Stephen Chbosky conocido en Las ventajas de ser invisible. La habilidad del autor para contar historias, construir personajes reales, exponer al ser humano y crear un efecto reflexivo en el lector se hacen totalmente presentes en su nueva novela.
Es imposible leer esta obra y no sentir a Stephen King presente, no percibir la clara influencia del maestro de la literatura de terror en esta ambiciosa novela (hecho que incluso los diseñadores de la tremenda cubierta de este libro aprovecharon), y más con el reciente boom mediático que It ha tenido gracias a sus adaptaciones al cine.

Hubo un par de temas que me conflictuaron bastante. El primero va con la edad del protagonista y de su grupo de amigos. En ningún momento vi a Christopher haciendo todo lo que tuvo que hacer con tan solo siete años. Hay razones que explican la resistencia, el valor y las habilidades que poco a poco fueron ganando él y sus secuaces, pero a la lectura no me resultó verosímil ni cómodo ver a un personaje de esa edad inmerso en el mundo creado por el autor.El otro punto está en el halo religioso que tiene la historia y lo sesgado que resulta la configuración de algunos personajes a propósito de esto (especialmente de los femeninos). No estoy diciendo que el fanatismo religioso, la infidelidad, la violencia sexual y el maltrato a menores no esté presente en nuestra sociedad, pero no terminé de congeniar con la manera de abordar estas problemáticas dentro del libro y más teniendo en cuenta el contexto temporal. Es solo eso.

Como extra en este apartado de las cosas que no me gustaron, encuentro un poco molesto el traer de manera repetitiva adjetivos y descripciones que ensucian el texto en su intento de edificar la atmósfera ya cimentada con el desarrollo mismo de los hechos. Como dicen por ahí, muchas veces menos es más.Me veo leyendo este libro en la casa, en mi cama con las luces apagadas y una linterna iluminando las páginas, robándome horas laborales para terminar capítulos, en la silla del transporte público en donde casi se me escapa una lágrima y sería imperdonable no decir que lo que más disfruté es la hermosa, tangible y poderosa relación que hay entre Christopher y Kate, su madre. INOLVIDABLE. Poco más puedo mencionar al respecto, pero espero que saber que esto me conmovió absolutamente sea suficiente.
Amigo imaginario nos plantea de manera efectiva una historia que ya conocemos bastante. Un recorrido por los recovecos más oscuros del ser humano y las consecuencias que pueden tener nuestros miedos en el devenir de nuestra vida. Una interesante batalla entre el bien y el mal que pierde fuerza a medida que nos acercamos al desenlace. Un buen resultado para una búsqueda que le llevó al autor casi dos décadas por escribir.

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